PACKAGING RESPONSIVOS
¿ ESTÁN LISTOS LOS EMPAQUES PARA EL E-COMMERCE ?
¿ ESTÁN LISTOS LOS EMPAQUES PARA EL E-COMMERCE ?
El mundo, visto desde una pantalla de celular, se reduce a menos de 0.01m2 de superficie. En ella nuestra vida moderna se condensa en fotos, videos, textos, redes de amigos y, también, todos esos productos que necesitamos adquirir para este otro mundo, el terrenal.
Es en esas pantallas donde lo material se reinterpreta y hemos empezado a asimilar esa nueva realidad, la virtual, como una extensión de nuestro entorno real y en ella el diseño visual cobra una vital importancia. Un aspecto amigable, la claridad de los contenidos, un balance de colores estimulante generan una buena experiencia del usuario y eso define, en buena parte, el éxito de un proyecto digital.
Y en esta carrera descubrimos que los productos de consumo no están preparados exponerse en las tiendas de e-commerce
Desde su creación, los packaging han sido diseñados para ser expuestos en entornos físicos, la bodega, el supermercado, la feria del barrio, la canasta navideña..
Aprovechando su tridimensionalidad los diseñadores han buscado siempre destacar el producto dentro de un contexto abarrotado de productos, y de gente, con el anhelo de que su opción sea capaz de seducir y apelando siempre a la posibilidad de que el comprador pueda tener el producto muy cerca suyo.
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Y es que la posibilidad de que el usuario tenga el packaging en la mano antes de decidir su compra permite influir en todos los sentidos, la textura al tacto, el aroma intencional, el brillo al girarlo, la suavidad de su formas. E incluso el tamaño de sus textos aún en pequeños son lo suficientemente legibles ... en la mano, claro.
Ese ha sido siempre el mandamiento en los equipos de diseño y ha venido funcionado bien .... hasta ahora.
¿Pero que pasa cuando ese mismo producto se ofrece en un e-commerce?
Pues ya no basta.En una tienda virtual los productos se ven pequeños, planos y con un gran espacio blanco alrededor (es la constante en todas la tiendas alrededor del mundo y no hay signos de que ello vaya a cambiar). Yo le llamo formato de huella digital, que es aproximadamente el tamaño que suele llevar un producto desde un móvil.
Por lo que resulta vital que las marcas empiecen a considerar un diseño alternativo, una nueva versión, inmaterial, pensada exclusivamente para este mundo. Ello lo hará más amigable, optimizará su venta y promoverá el comercio electrónico en general.
¡ Ojo ! No se trata de rediseñar el empaque original sino de diseñar a una versión en miniatura, solo para el e-commerce. Un packaging responsivo
El término nace en el 2014 con Joe Harrison quien plantea la necesidad de adaptar los logotipos al formato pequeño de los móviles. El objetivo es que, aún en pequeño, sigan cumpliendo su función de comunicar la identidad de una marca. En este enlace puede ver todas las marcas que él viene adaptando.
Ya en el 2020, y acelerada por la cuarentena global, la vida digital se va haciendo más completa por lo que es necesaria aplicarlo a los productos para lograr marcar una necesaria línea divisoria entre la percepción de las cosas en el mundo real y su representación dentro de un mundo virtual.
No debería ser lo mismo.
¿Qué debe primar es una versión responsiva?
Dentro de la teoría que he desarrollado para mis cursos de packaging defino 3 principios básicos a comunicar y 1 condicional:
.......¿QUIÉN ES?
.......¿QUÉ ES?
......¿CUANTO TIENE?
.......VALOR AGRAGADO
Eso resume lo que un comprador necesita saber de manera clara y precisa para poder escoger con seguridad. Dichos principios se pueden expresar usando formas, textos, imágenes, colores y texturas según como la marca vea mejor, pero nunca prescindiendo de una de ellas. He ahí la deficiencia de muchos packaging actuales. Al estar diseñados para el entorno físico, el tamaño de sus textos o imágenes resultan invisibles o ruidosas en un tamaño pequeño y, más que comunicar, estorban, haciendo obsoleta su presentación.
¿Es un engaño?
Quizás una dificultad resultante de esta implementación es la confusión del comprador al esperar recibir en su domicilio la versión responsiva del empaque y no la real. Total, es ese el producto que escogió y espera tener.
Una sencilla solución podría estar en un ícono bajo la esquina de cada foto indicando “imagen responsiva”. Además las páginas específicas del producto permitirán ahí sí, mostrarlo en su packaging físico, real.
La idea, sin embargo, es que esta versión de packaging se vaya posicionando en los formatos de compra electrónica y dentro de unos años el comprador asuma la diferencia sin problemas.
No se trata de rediseñar el empaque original , solo de hacer una adaptación a su versión virtual. Ello lo convierte en una opción rápida y económica de implementar ya que no requiere de cambios de stock ni costos de fabricación.
Hay mucho que ganar tanto del comprador, que tiene la información más clara y le permite decidir mejor, y del vendedor que tiene una nueva ventana para volver aún más atractivo su producto frente a la competencia. Todo esto apunta a enriquecer el comercio electrónico, con un lenguaje propio y lo vuelva cada vez más cercano.
Alexander Meza / www.yti.pe